¿Cómo poner un supositorio?

Un supositorio es un medicamento sólido de forma alargada que se introduce por el ano, la vagina o la uretra y libera su ingrediente activo cuando se funde con la temperatura del cuerpo.

A pesar de que en una época fueron muy populares, ya no se usan demasiado por la incomodidad, porque no se puede asegurar que el medicamento llegue a todo el organismo en partes iguales y por los errores en su administración.

Actualmente los supositorios más utilizados son los de glicerina que no tienen otra función que la de actuar en caso de estreñimiento reblandeciendo las heces.

En niños no se recomienda su administración a excepción de los de glicerina y los analgésicos cuando el tratamiento vía oral no es bien tolerado (el niño vomita el Dalsy o el apiretal y hay que bajar la fiebre).
Si bien también tuvieron mucha popularidad supositorios antitusígenos como pilka o tuscalman actualmente no se recomiendan en menores de 30 meses debido al riesgo de convulsiones que pueden ocasionar.




¿Cómo se debe poner el supositorio?

Al contrario de lo que nos dicta la lógica el supositorio no debe introducirse por la punta sino por el lado más romo. Si lo introducimos por la punta es muy fácil que, tal y como lo introduzcamos, éste sea expulsado ya que el músculo del ano no puede retenerlo. Si lo introducimos por la parte más gruesa y que no acaba en punta, el músculo del ano lo que hace es apretarlo y empujarlo hacia arriba, de manera que no pueda ser fácilmente expulsado.

Si hablamos de posturas lo ideal es hacerlo boca abajo y con las rodillas flexionadas. 

Si se trata de un niño tenemos que intentar que el momento sea lo menos traumático posible, flexionándole las piernas y colocándolo de lado, manteniéndolo arropado y distraído. 

Imágenes: medicamentoso.cl

Artículo: http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/10/26/noticias/1351254675.html