14/6/16

5 trucos para conseguir perder peso sin volver a ganarlo

Perder peso y no ganarlo



Llega el verano y nos entran las prisas. Y ahora que parece que las estaciones han cambiado radicalmente y el calor (y con el calor el destape...) llega más tarde, de repente en lugar de ponernos a dieta un 7 de enero como se ha hecho de toda la vida (después de habernos puesto finas con tanto polvorón y turrón) nos entra la prisa 10 días antes de Semana Santa. Y ya si este año cae tardía y nos da abril... pues ale, en abril. Y, claro, entonces queremos resultados rápidos, bonitos y baratos.

Pero esperad, que aún voy más allá.

Resulta que queremos perder los 5 kilos que llevamos arrastrando desde Noviembre en 2 semanas porque nos vamos 4 días a la Costa Brava o a Peñíscola y, claro, habrá que ir a la playa. Pero además de querer perderlos en 2 semanas no queremos quedarnos en casa el sábado "que quedan todos los primos" o el domingo que "mi madre hace arroz para todos".

Hoy os cuento 5 trucos para perder peso sin volver a ganarlo. Sin milagros ni rezos de ningún tipo a ninguna virgen.

1. Márcate un objetivo alcanzable. Si esos 5 kilos los has ganado en 3 meses o en un año, no pretendas perderlos en 2 semanas. Es imposible a menos que hagas una de esas dietas en las que pierdes mucho peso en 2 semanas y que recuperas con la misma facilidad cuando empiezas a comer normal. Si quieres que esos 5 kilos desaparezcan y no vuelvan nunca más date un tiempo prudencial. Lo más sano y saludable es perder medio kilo a la semana (aunque la primera semana se suele perder un poco más por la retención de líquidos).

2. No te peses cada día. Lo único que vas a conseguir es enfadarte, te lo digo yo. Según el calor que haga, el momento de tu ciclo menstrual y lo que hayas comido el día anterior puedes pesar más o menos. Puedes haberlo hecho muy bien el lunes y que el resultado no se vea el martes. No pasa nada. Para eso hay que pesarse 1 vez a la semana y tomar ese resultado como el verdaderamente importante. ¡No te obsesiones!

3. Adapta la dieta a tus necesidades. Somos personas diferentes y, como tal, tenemos necesidades diferentes. No podemos perder peso al mismo ritmo que nuestra vecina porque tenemos metabolismos diferentes. No podemos coger la dieta que le ha hecho una dietista a nuestra amiga (si se la ha hecho personalizada) y seguirla igual. Tampoco tenemos los mismos horarios así que hay que adaptar la alimentación a nuestro ritmo y nuestro cuerpo. Si en la dieta de tal revista pone que tenemos que cenar ensalada de lechuga con cebolla y pollo a la plancha y sabemos que la lechuga por la noche nos sienta mal y el pollo a la plancha no podemos ni verlo, adaptémonos a eso. Cambiémoslo por una ensalada de espinaca que nos sienta de maravilla y un pollo al microondas con cebollita y limón.

4. No te saltes comidas para "perder más peso". No comer no significa perder peso. Porque comiendo también quemamos calorías. Tú cuerpo quema más calorías haciendo la digestión de una manzana que las calorías que te aporta la misma. Así que, si pasan muchas horas entre la comida y la cena, introduce una merienda aunque sea algo muy pequeño (una mandarina, una barrita de cereales, un yogur de soja..) para que el cuerpo queme calorías y no llegues con tanta hambre a la siguiente comida.

5. Si "pecas" intenta compensarlo pero no saltándote una comida. Lo he visto muchas veces en la consulta. Resulta que estás haciendo dieta y como el mundo no se para con tu dieta, te invitan a comer el sábado. Y, claro, no puedes decir que no porque se van a juntar todos tus amigos y te apetece. Bueno, que no cunda el pánico. No se trata de llevarte tu ensalada y comer alejada de las tentaciones sino adaptar tu dieta a esa comida, intentar "pecar" lo menos posible y compensar con las comidas siguientes. Por ejemplo, si se trata de una paella y ponen cosas para picar, olvídate de las aceitunas, las patatas bravas y los chocos. Si hay berberechos, navajas o boquerones, come algo para sentirte dentro de esa comida. Y cuando sirvan la paella imagina que la estás sirviendo en plato pequeño y come sólo esa cantidad, nada de plato sopero o grande. Olvídate de los dulces si son el postre principal. Puedes hacerte una infusión que calmará un poco ese ansia.
He tenido muchos casos similares y lo que hacen para intentar compensar esa comida "fuera de la dieta" es no cenar o comerse un yogur y a la cama. Otro error. Intenta seguir la dieta aunque comas menos cantidad pero no te saltes ninguna comida. Puede que ese día no pierdas peso pero tampoco habrás perdido vida social y te has dado un pequeño capricho ☺


BONUS:

Lo ideal a la hora de afrontar un cambio de hábito y alimentación es consultar con un profesional, es decir, con un nutricionista o dietista que disponga de una titulación. Necesitamos de un profesional que adapte la dieta a nuestras necesidades, que nos dé herramientas útiles y nos ayude a acomodar la dieta a nuestras creencias.
Huid de profesionales que no se hayan reciclado y que os desaconsejen una dieta vegetariana o estén anclados en "las 5 comidas al día".

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