Rutina de limpieza

Habréis oído muchas veces que lo más importante a la hora de que un tratamiento cosmético sea lo más efectivo posible es la limpieza facial diaria. Y no, no es broma. 

Cuando aconsejamos un tratamiento dermocosmético lo que buscamos es que la persona note mejoría en seguida y consiga combatir ese efecto no deseado (arruga, imperfección, exceso de grasa, flacidez) por el que ha llegado a nosotras pidiendo consejo.

Un buen consejo se basa sin duda en, antes de recomendar cualquier tratamiento, remarcar la importancia de una buena higiene diaria. Si seguimos una rutina de higiene diaria adecuada los tratamientos que nos apliquemos tendrán el efecto deseado.

Es básica tanto por la mañana como por la noche. Y tanto si vamos maquilladas como si no.

Por la noche: limpiaremos los restos de maquillaje, polución, polvo... que se acumulan en la piel. Es importante irse a dormir con el rostro limpio puesto que por la noche es cuando la piel se regenera y elimina sustancias tóxicas y exceso de grasa a través de ésta.

Por la mañana: limpiaremos la piel de estas sustancias tóxicas y grasas que ha eliminado la piel durante la noche. Si no lo hacemos y nos ponemos la crema encima de la piel sucia, lo que hacemos es impedir que ésta penetre y hacer que penetren otra vez las sustancias que la piel ya había eliminado.

Podemos utilizar un gel limpiador, un agua micelar o una leche desmaquillante. Lo que más nos guste o con lo que nos sintamos más cómodas. Si queremos utilizar un gel por la mañana porque nos duchamos cada mañana, pues perfecto. Si no soportamos el agua en la cara a las 8 a.m. optaremos por un agua micelar. Y lo mismo por la noche. 

Lo que sí es importante es crear una rutina diaria de limpieza para que los tratamientos que nos apliquemos después tengan el resultado que esperamos.

También es importante la exfoliación, es decir, retirar las células muertas y ayudar a la piel a su regeneración y renovación. De este modo también favorecemos la actuación de los sérums y cremas que vayamos a utilizar.

En el caso de una piel normal-mixta se aconseja la exfoliación 1 vez por semana y en el caso de pieles secas se aconseja que sea, por lo menos, 1 vez cada 15 días (aunque hay quien la realiza semanalmente y es más que correcto). Si tienes una piel grasa con ligeras imperfecciones, también debes realizarla 1 vez a la semana. En el caso de pieles grasas con acné no se recomienda el uso de exfoliantes.